Generalmente cuando se habla de la Voluntad Soberana del Eterno, pareciera que para muchos quedan márgenes de dudas relacionados, con las determinaciones de nuestro Creador.
Es decir: Aceptando que Dios resuelve sobre todas las cosas, siempre se podría llegar a pensar que algunos detalles les son ajenos.
Mirando desde una perspectiva panorámica, nadie duda que Dios es quién toma las decisiones. Pero mirando desde una perspectiva más pequeña, pareciera que hay detalles que escapan a su Autoridad.
Frente a estas suposiciones, nos queda la realidad. Y lo absolutamente cierto es que nada ocurre sin que esté bajo el control del Eterno, aun los más pequeños detalles.
Esta clase de afirmaciones parece desafiar el convencimiento que tenemos algunas personas de que es difícil creer, que Dios pueda controlar absolutamente todos los detalles, aun los más pequeños.
Esta diferencia de criterios es la que trasunta el nivel de la fe los creyentes. Unos creemos absolutamente todo y otros creemos casi todo, sin entrar en tanto rigor y dejando siempre un margen para las cosas menores.
En el Libro de Esdras se hace una minuciosa relación de quienes fueron los que volvieron con Zorobabel de Babilonia a Jerusalén, a Judá, cada uno a su ciudad.
Puede resultar sorprendente la minuciosidad de las cuentas que se nos revelan a través de Esdras. Pero esa precisión es las que nos debe convencer que los propósitos de Dios siempre abarcan la totalidad.
De allí que el Propósito de Dios para nuestra vida, no solo es perfecto, sino que también es minucioso y preciso!
Esdras 2:1
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira