Dos amigos de mis tiempos de vida mundana, me contaban sus problemas con algunas inversiones que habían realizado.
Me limité a escucharlos, entendiendo que no tenía mucho para comentarles sobre el tema. Pero ellos insistieron y me dijeron: Lo que ocurre es que tú te conformas con cualquier cosa y no quieres prosperar.
Como siempre hago, busqué ayuda en el Espíritu y entonces les dije que yo no me conformaba, simplemente aceptaba lo que recibía porque era exactamente lo que necesitaba para vivir.
Entonces insistieron con la cuestión de prosperar. Recordé la historia del joven rico y su diálogo con Jesús y les expliqué que el concepto de prosperar no tenía relación con las cosas de Dios.
Por tanto prosperar para mí tenía el sentido, de recibir lo que el Eterno me daba y con eso me contentaba. Tengo todo lo que me gustaría? No, pero tengo todo lo que preciso.
Mis amigos no comprendieron o no quisieron entender lo que les dije. Siguieron con sus problemas y yo, orando por ellos para que el Señor tenga Misericordia de sus vidas.
Marcos 10:24
ES –Los discípulos se asombraron de sus palabras;
pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles:
Hijos, !!cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían
en las riquezas!
PT – E os discípulos se admiraram destas suas palavras;
mas Jesus, tornando a falar, disse-lhes:
Filhos, quão difícil é, para os que confiam nas riquezas, entrar no
Reino de Deus!
Diego Acosta / Neide Ferreira