ESCUDRIÑAR
Esta mujer debe su identificación a su lugar de nacimiento, Magdala, población del borde occidental del mar de Galilea, al norte de Tiberíades y al sur de Capernaum. Esta región fue denominada Magadán, en Mateo 15:39.
Es un personaje vinculada a lo largo de los siglos con episodios incomprobables, pero debemos atenernos a lo que la Palabra de Dios nos revela.
Jesús la liberó de siete demonios, según consta en Marcos 16:9 y Lucas 8:2, aunque resulta imposible identificarla con la pecadora de Lucas en el Capítulo 7 de su Evangelio.
Se hace referencia a ella junto con otras mujeres que agradecidas por los milagros recibidos, seguían a Jesús junto a los discípulos, en su ministerio terrenal ayudándolos en su sostenimiento.
También fueron las testigos de la Crucifixión del Hijo del Hombre, según se cita en Mateo 27:55-56, Marcos 15:40-41. Juan 19:25.
María Magdalena y la madre de Jacobo el Menor llamada María, presenciaron cómo José de Arimatea depósito el cuerpo de Jesús en un sepulcro nuevo, hizo rodar la piedra que cubría la entrada y se alejó.
Ellas mismas pudieron ver como un Ángel del Señor, en medio de un gran terremoto, se sentó sobre la piedra de la entrada del sepulcro vacío y les anunció que Jesús había Resucitado, Mateo 28:7.
Luego el propio Jesús se les apareció y les dijo que no temieran y que fueran a dar la buena nueva de su Resurrección a los discípulos diciéndoles que fueran a Galilea, donde lo verían, Mateo 28:10.
Esta es la mención bíblica de María Magdalena y debemos ignorar las leyendas y manipulaciones que se han formulado sobre su persona.
Diego Acosta