Un grupo de jóvenes exaltaban la forma de actuar de su líder, considerandolo un modelo a seguir en todas las circunstancias por su capacidad y también por ese fuerte carisma que emanaba su presencia.
Advertido de la situación, intervino uno de los ancianos para analizar lo que ocurría en torno a esta persona. Dios siempre prepara los momentos propicios y así fue como los jóvenes fueron enfrentados con una pregunta.
Podía ser un hombre un modelo a seguir? O era demasiada carga para un hombre ser modelo de otras personas? Si confiamos en un hombre corremos el serio riesgo de que nos defraude, por lo tanto habremos colocado nuestra confianza en la persona errada.
Los jóvenes entendieron el mensaje pero explicaron que en este caso era diferente porque el líder era una persona impresionante. Con paciencia el anciano insistió: No es bíblico entender que un hombre pueda ser nuestro modelo.
El único modelo verdadero es Jesús!
Los jóvenes comprendieron este llamado de atención y pidieron más detalles. Jesús es el modelo y lo que los hombres podemos hacer es ser un reflejo de ese modelo, no por nosotros mismos sino por Jesús.
El anciano explicó luego pacientemente que de ninguna manera estaba en contra del líder de los jóvenes. Todo lo contrario. Lo que estaba haciendo era evitar que se le pusiera sobre los hombros una carga demasiado pesada, lo que era evidentemente injusto.
El líder jóvenes siguió creciendo en su trabajo y los jóvenes comenzaron a aprender de sus enseñanzas, confiando en que fuera un verdadero reflejo de Jesús.
Efesios 4:12
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira