En un estudio bíblico una joven se asombró cuando comprendió el significado del arco iris y de su relación con los hombres. Ella tenía una vaga idea de que el arco iris es la manifiestación física de una promesa hecha por el Eterno a toda la Creación.
A medida que fue conociendo los detalles su entusiasmo fue creciendo, por cuanto se declaró maravillada con este grandioso fenómeno relacionado con la lluvia. Su significado espiritual la admiró más todavía.
En ese clima formuló una pregunta que nos sorprendió a todos: Siendo como es una promesa de Dios para con los hombres, por qué la utilizan como símbolo los homosexuales? Y por qué aceptamos que usen sus colores?
Tanto una pregunta como la otra eran de difícil respuesta por lo que ella misma se abocó a tratar de encontrar las razones que permitían que esto ocurriera. Si es un símbolo de Dios por qué lo usan quienes viven al margen de Él?
Para quienes éramos los ancianos de la reunión, esta derivación tuvo una gran repercusión. Fundamentalmente porque nos confrontaba con una realidad que admitimos todos los días y frente a la que no reaccionamos.
Ciertamente el arco iris es una manifestación visible de una promesa del Eterno a todos los hombres!
La joven alumna de la escuela bíblica, dijo en el final de su encendida exposición: Si es de Dios, recuperemos para Dios el arco iris! Y propuso que a partir de ese mismo instante, fuéramos al rescate de este símbolo de nuestra fe.
Y eso es lo que hacemos!
Génesis 8:11-16
Devocional: Diego Acosta
Música: Neide Ferreira
www.septimomilenio.com
Edición: Davi Blumenthal
PactoNuevo – http://www.pactonuevo.org