Ser sabio y ser reconocido como tal, es una de las mayores aspiraciones de muchos hombres. A todos o a casi todos nos gustaría encontrarnos en esa situación.
Pero, que significa ser sabio?
No es otra cosa que detentar un grado superlativo de conocimiento, con relación al resto de las personas que forman parte de la sociedad en la que vivimos.
Y nos podemos seguir preguntando: Que significa tener un grado superlativo de conocimiento?
Indudablemente es poseer un profundo saber sobre materias específicas, que nos distingue con relación al que tienen otros estudiosos.
Siempre me ha parecido que ser sabio, es una distinción que otorga la sociedad a algunas celebridades que sobresalen por la cantidad y la calidad diferenciada de su erudición.
Antes de ser un seguidor de Jesús, consideraba que esa distinción era más que necesaria para diferenciarme del resto de los mortales.
Después de convertirme en cristiano, la visión que tengo de ser sabio es completamente diferente. Aprendí que la verdadera Sabiduría viene de lo Alto!
Aprendí también, siguiendo el ejemplo de Salomón, que ser poseedor de grandes conocimientos tiene que tener un Propósito superior, porque de lo contrario solo satisface la vanidad del corazón humano.
Si deseo ser sabio debe ser para servir mejor al Señor y para servir a mis semejantes con Amor y Misericordia. Si deseo ser sabio para que otras personas me señalen, estoy en un camino completamente equivocado.
Es evidente que desear ser sabio como lo planteó el hijo de David, es una maravillosa decisión. No busquemos otra Sabiduría que aquella que nos es concedida por Gracia. Con esa Sabiduría seremos fieles servidores!
1 Reyes 3:11-12
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira