Continuamente comprobamos lo opuesto que es el pensamiento del mundo a todo lo que está relacionado con Dios.
Lo material se contrapone con lo espiritual, aún en las cuestiones más importantes, mostrando la relevancia de extender el Reino.
En el mundo los hombres buscamos sabiduría, buscamos ser más sabios que los sabios, para lograr reconocimientos y halagos.
Resulta más que evidente que estas actitudes están estrechamente relacionadas con esa faceta de la personalidad humana que se relaciona con lo fatuo, con lo ostentoso.
A eso le podemos llamar insensatez, porque intentamos convertir algo que no tiene importancia, en todo lo contrario. Ese es el nivel de lo fatuo, la vana-gloria.
Pablo nos advierte precisamente contra esa forma de obrar y nos llama a comportarnos de otra manera, enseñándonos cuál es el verdadero camino.
Si lo mundano es lo errado, la indicación del Apóstol nos dirige hacia lo auténticamente importante, que no es otra cosa que aprender a saber cuál es la Voluntad del Todopoderoso.
Como conseguiremos este elevado propósito?
Solamente lo podremos lograr guiados por el Poder del Espíritu, que guiará nuestros pensamientos hacia la Palabra de Dios, fuente de toda Sabiduría.
Es el Espíritu el que nos guiará por el camino correcto y no la vana intención del mundo de exhibir la sabiduría como un logro personal.
Si obramos con sensatez, nos dejaremos guiar por el Espíritu hacia esas cumbres maravillosas e inalcanzables que representan la Soberanía de Dios.
Desde nuestra pequeñez aprenderemos a conocer la Grandiosidad del Creador y cuál es su Propósito para cada uno de nosotros.
Efesios 5:17
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira
