Ha pasado medio siglo del día en que se realizara en Washington la más grande concentración de la historia de la capital. Mayor incluso que la que reunió el presidente John Kennedy al asumir su cargo.
Martin Luther King, fue uno de los oradores menos relevantes del acto, pero fue el que dejó una impronta que elevó el tono de lo escuchado en una maratónica jornada.
Se recuerda que cuando el pastor batista estaba hablando, la cantante góspel Mahalia Jackson que estaba a su lado le dijo: Háblales de tu sueño Martin…
La realidad es que la frase histórica de: Tengo un sueño, I have a dream en su versión original en inglés, ya la había utilizado antes King, pero nunca tuvo tanto significado.
Ante una multitud que reclamaba por los derechos de los descendientes de africanos, el pastor exaltó la necesidad de lograr la igualdad entre todos los habitantes del país.
Eran tiempos tempestuosos en Estados Unidos y esa manifestación el punto de inflexión, incluso para que el presidente Kennedy le diera un nuevo impulso para lograr la igualdad de todos los hombres y mujeres del país.
La cuestión de los negros cobró una intensidad desconocida hasta entonces. Hubo personas relevantes como Marlon Brandos, Charlton Heston, Bob Dylan o Joan Baez, que fueron firmes apoyos de los organizadores.
Con los años King se desencantó de muchos de quienes compartían su lucha contra la desigualdad racial, pero su frase: Yo tengo un sueño, marcó en su sentido más profundo la palabra COMPROMISO.
No mucho después Martin Luther King moría asesinado. Como siempre, hay hombres que creen que matando al autor matan la idea. Pero a 50 años la frase de King perdura y lo que es más importante, todavía perdura la lucha por la que fue muerto.
Diego Acosta García