El gobierno del país más poblado del mundo ha puesto en vigencia un nuevo impuesto que se aplica sobre las ganancias obtenidas por la venta de la segunda vivienda familiar.
Estas transacciones tributaban entre un 1 y un 2 por ciento y ahora pasarán a pagar el 20 por ciento. El propósito de la medida es enfriar y racionalizar el mercado inmobiliario del país.
La medida afecta directamente a la familia porque se está registrando una auténtica oleada de divorcios, porque de esta manera no deberán pagar el tributo establecido para la segunda vivienda.
Una vez más podemos comprobar cómo la especulación económica está por encima de los valores fundamentales.
Fuentes: New York Times – Estados Unidos
Press SM – Diego Acosta García