Hace casi quinientos años un sacerdote se rebeló contra las doctrinas que afectaban la conciencia de los creyentes, específicamente centró sus críticas con relación a las indulgencias.

Hace quinientos años como en este tiempo, razones hubo y hay para rebelarse contra las doctrinas que distorsionan el mensaje de Salvación de Jesús.

El espíritu de la Reforma ha sido tergiversado a través de enseñanzas y doctrinas que han llevado al Pueblo de Dios a la confusión, al facilismo y también muy infelizmente al mercantilismo de la fe.

Jesús dijo a sus discípulos: Mirad que nadie os engañe, pero esa advertencia ha sido ignorada a través de la acción de quienes han sacado de contexto los Textos Sagrados.

Si en tiempos de Lutero el papa romano hablaba de las indulgencias para la remisión de los pecados, también ahora se exalta el pensamiento positivo que es una forma de exculpar los pecados.

Si en tiempos de Lutero era el dinero lo que se buscaba de las personas que ingenuamente creían en los propósitos de los predicadores, no es igualmente el dinero la razón de los predicadores de la prosperidad?

Si en tiempos de Lutero fue necesario que denunciara a los líderes de la Iglesia por la adulteración de las Escrituras, no se cometen ahora los mismos excesos cuando los pecados son aceptados como males menores?

Es importante manifestar en el día en que se recuerda a Martín Lutero colocando sus 95 tesis en el portal de una catedral, que simbólicamente debemos hacer lo mismo en este tiempo.

Hemos sido advertidos: No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas.

Es importante reflexionar acerca de la necesidad que la Reforma ilumine estos tiempos de confusión y de falsas enseñanzas. Es necesario que advirtamos que nos acercamos al SEPTIMO MILENIO. Que piensa Ud. de eso?

Diego Acosta García