En medio del silencio total de las supuestos defensores de las mujeres y sus derechos y libertades, fue asesinada una mujer por haber abandonado su casa.
El crimen fue cometido por el propio padre de la mujer de alrededor de 20 años y madre de dos hijos, que se ausentó de su casa mientras su esposo trabajaba en Irán.
Tras buscarla el padre disparó contra su hija en cumplimiento de las ancestrales leyes culturales, según la cual una mujer no puede abandonar su casa sin la compañía de un hombre.
La ejecución de la hija por su padre se hizo en forma pública y según la policía, ahora es buscado para ser acusado de homicidio. Sin embargo el propio jefe de policía declaró que «en nuestra cultura no se acepta el adulterio».
Esta es la cruel realidad de los países gobernados por los extremistas musulmanes, ignorada ominosamente por quienes exigen derechos que solamente parecen ser aplicables en Occidente.
Fuentes: El Mundo – España
Press SM – Diego Acosta García