Los llamados “papeles” del país centroamericano, comprometen a ciudadanos de prácticamente todo el mundo.
La enorme cantidad de documentos que ha sido revelada, abarca a personas que viven en 205 países, lo que pone de manifiesto que la corrupción está generalizada.
El presidente de Estados Unidos ha declarado que es necesario que las leyes sean modificadas, para evitar que algunas personas con recursos puedan evadir las responsabilidades que los ciudadanos comunes, no pueden evitar.
Francia ha vuelto a colocar a Panamá en la lista de los países que están considerados paraísos fiscales.
Una vez más debe actualizarse la cuestión: Por qué no se eliminan los paraísos fiscales?
La respuesta más concreta sería, porque a muchas influyentes personas no les interesa que desaparezcan.
Los paraísos fiscales no solo acogen a quienes incumplen sus obligaciones como miembros de la sociedad a la cual pertenecen y de la que logran beneficios de sus actividades económicas.
También podríamos incluir en ese listado a los traficantes de armas, de drogas, de personas y a quienes directa o indirectamente se benefician con esa clase de actividades condenadas por las leyes nacionales e internacionales.
Finalmente planteamos la gran cuestión: Por qué la llamada sociedad global consiente que existan los paraísos fiscales?
No deberíamos los ciudadanos que sí pagamos nuestros impuestos, impulsar las reformas legales para que no haya más paraísos fiscales?
La Palabra de Dios es categórica: El corazón del hombre es desesperadamente corrupto. Y allí donde manda el dinero, no mandan ni las razones ni mucho menos la honradez y la solidaridad.
Diego Acosta
