Seguramente muchos de nosotros estaremos muy contentos por la forma en que hemos celebrado la Navidad con nuestros amados.
Seguramente también estaremos muy contentos con los cultos en la Iglesia y por haber disfrutado de la compañía de los hermanos.
Seguramente…nos habremos olvidado de recuperar el verdadero significado de la Navidad y nos aproximamos cada año a lo que el mundo nos propone.
Triste pero real!
Más triste todavía es el olvido en el que seguramente hemos dejado a los cristianos perseguidos en el mundo.
Nos olvidamos de los que no se pudieron reunir libremente con sus familias, ni en los templos. O de los que ni siquiera pueden hacer afirmaciones públicas de su fe, para no poner en riesgo sus vidas.
En este día de sosiego, reflexionemos sobre esta cuestión del olvido y de la Memoria de los cristianos perseguidos en el mundo.
Ellos forman parte de la realidad, de nuestra realidad, aunque los veamos lejanos y ajenos de sus penurias.
Jesús vino al mundo para estar al lado de los humildes, de los desvalidos, no al lado de los poderosos o de los que se creen poderosos.
En este día que conmemoramos el Glorioso Nacimiento de Jesús, no dejemos de hacer Memoria de quienes son perseguidos a causa de ÉL.
Oremos por ellos!
Oremos por recuperar el verdadero sentido de la Navidad!
Diego Acosta