El Research Institute ha hecho público un estudio relacionado con la actitud que tienen los evangélicos con relación a los homosexuales. El estudio revela que ha aumentado considerablemente el número de creyentes que apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En el 2003 el 20 por ciento de los jóvenes manifestaba su opinión favorable a esos casamientos y en el 2014, ese porcentaje había ascendido al 42 por ciento. El estudio revela que este cambio de actitud se origina en la mayor liberalidad de la sociedad americana.
Hace años los evangélicos consideraban la homosexualidad como un pecado grave, pero esa tendencia se ha cambiado radicalmente e incluso se acepta que las parejas de personas del mismo sexo puedan adoptar criaturas.
En esa dirección se pronuncia el pastor Ryan Meeks de East Lake, en Seatle que afirma: Me niego a ir a una iglesia en la que mis amigos que son gays son excluidos de la comunión, del matrimonio o de la comunidad cristiana. Para mí, el mensaje de Jesús era un gran mensaje de inclusión.
Un miembro de la Comisión de Ética de la Convención Bautista del Sur, afirmó que los que defienden el matrimonio gay no son evangélicos, porque sus ideas no son compatibles con la autoridad bíblica tradicional.
El pastor Russell Moore, afirmó que quienes abogan por una nueva forma de interpretar la Biblia de acuerdo a los cambios en la sociedad, están equivocados porque los puntos de vista de los cristianos siempre estarán totalmente fuera de la lógica de la sociedad.
Al analizar esta cuestión conviene destacar que con relación a la Biblia, no hay una cuestión de tradición y sí una cuestión de ser incuestionablemente la Palabra de Dios, única e inamovible.
Quienes prediquen lo contrario, deben asumir sus responsabilidades frente al Dios Soberano. Dios estableció el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, sin ninguna clase de condicionante de tradiciones ni de actualizaciones sociales.
Diego Acosta