El complejo desarrollo de nuevas tecnologías está permitiendo que se avance en la singular tarea de reunir los fragmentos encontrados hace casi setenta años.
Colaboran en el proyecto la Academia de Ciencias y Humanidades y la Faculta de Teología de la Universidad alemana de Göttingen y las Universidades de Haifa y Tel Aviv, junto con la Autoridad de Antiguedades de Israel.
Los trabajos se centran en 981 textos encontrados en el desierto de Judea en once cuevas cerca de las costas del noroeste del Mar Muerto, entre los años 1946 y 1956.
Muchos de los manuscritos encontrados estaban divididos en pequeños trozos, por lo que se trata de ordenar un puzle de gigantescas dimensiones históricas.
Las nuevas herramientas digitales que se están desarrollando permitirán sugerir nuevas conexiones entre los diferentes fragmentos digitales y los manuscritos.
También permitirán utilizar herramientas paleográficas y una de alineación que conecta texto con imágenes que permitirán acceder al texto original, con entradas del diccionario y texto paralelos.
También se ha desarrollado una cámara que es única por sus características que mejora la captación de las imágenes que son tratadas con alta resolución.
La colaboración de entidades de Israel y Alemania está permitiendo utilizar al máximo la información de los rollos del Mar Muerto, para ponerla a disposición de los estudiosos de todo el mundo.
Los rollos del Mar Muerto están considerados uno de los descubrimientos más importantes del siglo XX.

Diego Acosta