Los terroristas del Estado Islámico siguen atacando en Irak a los cristianos, destrozando lugares de culto en la provincia de Nínive.
Esta acción sistemática contra los símbolos esenciales del cristianismo, se traduce en la colocación de banderas negras del islamismo y también en la destrucción de las cruces.
En los casos denunciados llama la atención como los terroristas no están vestidos de negros y con sus rostros ocultos, sino que lo hacen con ropas civiles y a cara descubierta, lo que facilitará su identificación.
Esto representaría la confianza con la que están actuando ante la tolerancia y la falta de réplica, por parte de quienes deberían defender a las minorías religiosas.
Cabe recordar que en el mes de Julio los terroristas del estado islámico destruyeron la tumba de Jonás en Mosul, en Irak.
Mientras tanto se sigue temiendo por la vida de los más de 200 secuestrados asirios, que continúan bajo el poder del llamado estado islámico.
Oremos por los cristianos perseguidos.
Oremos por los judíos perseguidos.
Diego Acosta