La visión con relación a la mitad del año que hemos dejado atrás se puede dividir en dos partes: La personal y la que nos atañe como sociedad.
En lo personal lo importante es analizar lo que hicimos, cómo lo hicimos y buscar mejorar todo lo que hicimos inadecuadamente.
Pero pensando que algo habremos hecho bien!
La autocrítica suele ser destructiva y no debemos caer en ella, porque puede llevarnos al fatalismo y al desconcierto.
Como sociedad debemos estar más que atentos a todo lo que está ocurriendo. Desde la violencia brutal e indiscriminada hasta este nuevo terremoto económico que se está originando en Grecia.
La pregunta que nos podemos plantear es: Qué podemos hacer?
La respuesta es categórica: Orar más que nunca!
Orar por lo personal y orar por lo que nos concierne como sociedad!
Orar especialmente por Israel!
Oremos!
Diego Acosta