Los últimos episodios de extrema gravedad que protagonizaron los grupos radicales de los colonos y también de los judíos ortodoxos, deben mover a la reflexión.
El Primer Ministro anunció que habrá tolerancia cero para con esta forma de violencia, que provoca consecuencias serias para el país y generan reacciones de los grupos palestinos.
Pero también es necesario que quienes nos consideramos coherederos de las promesas del Pueblo de Dios, hagamos nuestro propio análisis.
La Biblia nos enseña que escudriñemos todo lo que se presenta ante nuestra capacidad de valoración de los hechos.
Resulta evidente que debemos ser objetivos para ser coherentes con nuestra propia postura de apoyo a Israel, censurar la violencia que surge del propio país.
En tiempos muy difíciles para el Estado hebreo, con las repercusiones que tiene el Acuerdo con Irán, esta clase de episodios, le resta al país el necesario clima de sosiego y templanza.
Seguimos manteniendo nuestro indeclinable apoyo a Israel, pero también creemos que la violencia nacida del interior del país, no es buena para nadie. Empezando por el propio Pueblo de Dios.
Oremos por Israel!
Diego Acosta