La decisión del gobierno hebreo de permitir el establecimiento de tres mil nuevas viviendas en los territorios ocupados tras la guerra de 1967, ha provocado reacciones en Estados Unidos y varios países europeos.
Gran Bretaña, Francia, España y Suecia, convocaron a los embajadores israelíes, para testimoniarles su preocupación por la decisión del gobierno, en una dirección que compromete futuras negociaciones con palestinos.
En el mismo sentido se pronunció el vocero del gobierno alemán, quién anunció que la canciller se reunirá con el primer ministro hebreo el próximo miércoles.
El vocero dijo que Alemania solicitaba que la decisión de Israel de permitir nuevos asentamientos debía ser retirada. La jefe de la diplomacia de la Unión Europea, no estaría involucrada en estos pedidos a Israel.
Al parecer cada estado asumirá su capacidad de negociar con los israelíes a propósito de esta medida. Las tres mil viviendas que Israel permitirá construir se levantarán en Jerusalén este y también en Cisjordania.
La magnitud de estos asentamientos disminuiría el territorio en el que eventualmente podría extender su gobierno la administración palestina, en el caso de que se constituyera un estado soberano.
En el parlamento alemán se escucharon voces contrarias a la decisión de Israel. El Partido Verde, destaca que el actual gobierno de Israel está atrapado en una mentalidad de confrontación mutua.
Estas decisiones debilitan a los palestinos moderados y fortalecen a los radicales. La Social Democracia también expresó que la medida de Israel socava las esperanzas de una pronta paz.
La presencia del primer ministro de Israel el miércoles y el jueves en Berlín, anticipa lo que serán reuniones complejas, ya que Alemania se abstuvo en la votación de las Naciones Unidas, basada en la creencia que Israel no adoptaría las decisión que finalmente adoptó el gobierno.
Fuentes: Berliner-Zeitung – Alemania
Press SM – Diego Acosta García