Grupos de jóvenes siguen lanzando objetos contundentes contra las Fuerzas de seguridad israelíes, en la zona del complejo Al Aqsa.
Los palestinos alegan que el aumento de las visitas de los grupos judíos a los templos bíblicos, está erosionando el control religioso musulmán de la zona. Los musulmanes veneran el lugar como el tercer sitio más sagrado del Islam.
La zona de al-Aqsa quedó en poder de los judíos cuando las tropas del Estado hebreo conquistaron Jerusalén Este y Cisjordania, en la guerra de 1967.
No obstante las autoridades judías se han comprometido a mantener los derechos de oración de los musulmanes en la zona.
A raíz de los últimos episodios de violencia, se impide el paso a los varones menores de cincuenta años y en cambio se permite el acceso de las mujeres sin límite de edad.
El Gobierno de Israel aumentó a un mínimo de cuatro años las penas por el lanzamiento de objetos y bombas de gasolina contra las fuerzas de seguridad.
Diego Acosta
Fuente: Jerusalén Post – Israel