SÉPTIMO MILENIO: QUE PASÓ EN FRANCIA?


La muerte de un terrorista y la de sus víctimas, han conmovido al país, generando un proceso en el que rápidamente se ha intentado evitar que pueda transformarse en una cuestión que afecte a las comunidades religiosas.

En otras palabras se ha intentado evitar que se adjudique a los musulmanes la responsabilidad que pudieran llegar a tener por la matanza de 7 personas, 3 de ellas niños y además judíos.

Sorprende la rapidez con que desde el gobierno y los principales partidos políticos se intentó minimizar el hecho de que haya sido un terrorista de Al Qaeda el responsable de las muertes.

Más pareciera que se trata de crear la imagen, de que en realidad se trata de un hecho aislado protagonizado por un hombre que actuó sin compañía y que por lógica, no tiene otras connotaciones que las de una actitud personal.

Sin embargo el historial del muerto deja en evidencia que se trataba de un terrorista preocupante, de allí su presencia en las listas negras del FBI de los Estados Unidos, para alertar sobre su eventual ingreso al país.

No menos sorprendente resultan las afirmaciones de que este episodio no debe afectar el equilibrio social de Francia, cuando desde la propia comunidad musulmana se habla ya, de que no sea estigmatizada.

Lo cierto es que estamos ante un nuevo episodio de terrorismo islámico, incapaz de diferenciar sobre la vida de hombres y niños y muy capaz por el contrario, de provocar la muerte a personas indefensas, como lo fueron las últimas víctimas.

Estamos alertados. No podemos caer en el simplismo de restar importancia a un gravísimo hecho terrorista que deja en evidencia la superficialidad con que se manejaron las autoridades.

Diego Acosta García

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