Otra de las más peligrosas consecuencias de los acontecimientos armados en Siria, es su extensión a la vecina Líbano, donde ya se han verificado enfrentamientos.
Debe recordarse que durante años Siria ejerció una especie de protectorado en el Líbano, por lo que la relación con el conflicto que se está desarrollando adquiere una especial importancia.
Desde hace por lo menos tres días se están registrando combates en Trípoli al norte del Líbano, donde se están enfrentando los seguidores del presidente Assad con los suníes libaneses.
Los combates han dejado por lo menos 12 muertos y más de 75 heridos y revelan el potencial peligro que tiene la situación de volver a convertirse en un enfrentamiento entre los suníes y los chiíes, a los que pertenecen los aluíes que son la minoría del presidente Assad.
La sombra de la guerra que desgarró al Líbano durante quince largos años se extiende sobre el país, que trata de evitar la repetición de los crueles enfrentamientos que dejaron miles de víctimas.
Miembros de los dos bandos están realizando operaciones que se traducen en secuestros  y atentados que se registran en todo el país, llegan incluso a bloquear el aeropuerto de la capital Beirut.
Los estados del Golfo pidieron a sus ciudadanos que abandonaran el Líbano en previsión de futuros acontecimientos, lo que esta afectando el movimiento de turistas en dos zonas muy visitadas. Balbeek y Bekaa.
Trípoli es la segunda ciudad del país con 200 mil habitantes y se tema que la extensión del conflicto en Siria provoque graves consecuencias para la población civil.
Todo este panorama recuerda al momento en el que los discípulos le pidieron a Jesús señales sobre el fin de los tiempos y el Maestro  les habló sobre las guerras y los rumores de guerra.

Fuentes: Le Figaro – Le Monde – Francia
Diego Acosta García