Por una dramática casualidad, para quienes creen en las casualidades, el mismo día en que España se sumaba a la lista de países que desean que sea creado el Estado Palestino, un brutal atentado contra una sinagoga en Jerusalén dejaba finalmente cinco muertos israelíes.
Trágico para España, pero no tan trágico, como para que los tolerantes no pidieran drásticos pronunciamientos de los islamistas moderados por el brutal atentado. Y sí se alegraran por el pronunciamiento de los legisladores españoles.
Del mismo modo que los tolerantes lamentaron la muerte degollado de un ciudadano europeo e ignoraron los otros 18 asesinatos por deguello que perpetraron los terroristas islámicos.
De esta manera concedieron un amplio margen de maniobra a los tolerantes, para no reclamar a los islamistas moderados que condenaran el degüello de 18 seres humanos.
El círculo perverso de la tolerancia nunca termina por cerrarse, porque siempre deja márgenes para que los moderados islamistas, no se pronuncien sobre las atrocidades de los terroristas islamistas.
Mientras tanto, la barbarie seguirá sumando seguidores entre los países que siguen tolerando, de los mismos países donde los islamistas moderados, siguen callando su condena.
La pregunta es: Hasta cuando…?
Diego Acosta