El gobierno de Ukrania había planteado un concurso para renovar el sitio donde miles de judíos fueron masacrados por el régimen nazi.
El cambio consistía en convertir el lugar donde se rinde homenaje a los caídos en la masacre de Babi Yar, en un lugar donde se rinda homenaje genérico al sufrimiento humano.
Hubo un reclamo mundial de la comunidad judía contra el proyecto, que finalmente fue revocado, por lo que la Memoria sobre los judíos masacrados permanecerá tal y como está.
Kiev la capital de Ukrania fue ocupada los días 19 y 20 de septiembre por las fuerzas nazis y el día 24, fueron detonadas bombas en distintos lugares de la ciudad. Los atentados provocaron la muerte de oficiales y soldados alemanes.
Como represalia los jefes nazis convocaron a los judíos que vivían en Kiev a presentarse a las 8 de la mañana del 29 de septiembre, con sus pertenencias y objetos de valor.
Kiev tenía alrededor de 875 mil habitantes, de los cuales un 20 por ciento eran judíos, es decir unos 175 mil. Los convocados fueron obligados a desnudarse en un barranco ubicado en las afueras de la capital en un lugar conocido como Babi Yar. Según un informe de los oficiales que participaron en el terrible operativo fueron muertos en dos días 33.771 judíos.
Luego de este brutal episodio el barranca siguió siendo lugar de ejecución de los judíos y se estima que alrededor de 60 mil fueron muertos en el lugar.
En julio de 1943 los nazis recibieron la orden de hacer desaparecer las evidencias de lo ocurrido y quemaron los restos hasta el día 19 de septiembre.
En 1959 un testigo alemán reveló lo ocurrido en el barranco de Babi Yar, que tenía alrededor de 150 metros de largo, treinta de ancho y unos 15 de profundidad.
La comunidad judía destaca que ese lugar es un sitio único para la Memoria del pueblo hebreo, pues allí sufrieron la muerte despiadada solamente sus miembros.
El gobierno de Ukrania seguirá reconociendo Babi Yar como uno de los escenarios donde se perpetró el Holocausto.
Diego Acosta
Fuente: Jerusalén Post – Israel