El grave problema de la formación de hielo en los órganos donados, con su consiguiente deterioro celular, acorta los tiempos de implantación en las personas que los reciben.
En la actualidad el corazón o los pulmones tienen aproximadamente unas seis horas de buena conservación. El hígado o el páncreas tienen unas doce horas de tiempo útil antes de ser trasplantados.Los riñones son más resistentes y pueden llegar hasta las 30 horas.
En la Universidad Hebrea de Tel Aviv, luego de varios años de investigación se logró relacionar un descubrimiento realizado en la Antártida, con la preservación por más tiempo de los órganos donados.
Se logró establecer la relación que existe en los peces resistentes al frío, con su capacidad de inhibir de forma activa la creación de los cristales hielo y su superioridad sobre otras sustancias anticongelantes que se necesitan para lograrlo con eficacia.
Para lograr este descubrimiento se utilizó un microscopio de nueva creación con un enfriador, que permite un control de miligrado de la temperatura bajo el nivel de cero y también de la congelación.
Este logro abre una nueva perspectiva en la donación de órganos y permitirá una nueva forma de logística, menos crucial que la que se utiliza en la actualidad.
Diego Acosta
Fuente: Jerusalén Post – Israel