En un impresionante pasaje Jehová se apareció de noche a Salomón, para anunciarle que el templo que se le había levantado había sido elegido por ÉL, como casa de oración.
En este pasaje Jehová pone un condicionante: Si se humillare mi pueblo…!
Israel estaba siendo llamado para renovar el Pacto con el Eterno, pero bajo condiciones que estaban relacionadas con las actitudes futuras del pueblo judío.
Jehová advierte a los israelíes sobre lo que les ocurriría si abandonaran sus estatutos o si adoraran a dioses ajenos y los sirvieran.
Es importante tener en cuenta como siempre el Soberano sobre todas las cosas, nos recuerda que todas sus promesas se cumplirán y reclama de nosotros la misma fidelidad.
Esta severa advertencia está relacionada con nuestra vida cotidiana, para que hagamos de nuestro tiempo una ofrenda permanente a Dios.
No podemos vivir afanados por las cosas que importan al mundo, porque en ese afán estamos comprometiendo nuestros mejores esfuerzos a cuestiones banales que no los merecen.
En ese sentido la advertencia de Jehová a los israelíes, nos debe hacer recapacitar sino estamos mirando hacia los dioses del mundo, cuando codiciamos lo que otros tienen.
Abramos un tiempo de reflexión para profundizar en esta cuestión del Pacto con Dios, tal y como Jehová se lo planteó a Salomón y al pueblo de Israel.
Dios es fiel y exige lo mismo de nosotros!
Hagamos memoria de esta cuestión siempre, para que no se cumpla la advertencia de Jehová a los que adoran otros dioses y les sirven.
2 Crónicas 6:14-15
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira
