Los hombres y mujeres que nos llamamos Hijos de Dios
no tenemos derecho al desánimo, porque nuestra propia vida es un testimonio del Amor y cuidado del Todopoderoso. Diego Acosta – DEVOCIONAL
Los hombres y mujeres que nos llamamos Hijos de Dios
no tenemos derecho al desánimo, porque nuestra propia vida es un testimonio del Amor y cuidado del Todopoderoso. Diego Acosta – DEVOCIONAL