En un curso de idiomas he leído esta frase: Soy pequeño porque soy un niño!
Evidentemente se trata de un ejercicio para recordar la condición de pequeño y la de niño. Pero me llamó la atención…
Las dos palabras juntas o separadas tienen que ver con el mensaje de Jesús, con relación a quienes pertenece el Reino de los Cielos…!
Los pequeños, por serlo!
Los niños, por serlo!
Recordamos la frase bíblica y la replanteamos: Como una persona con muchos años puede ser pequeña y puede ser niño a la vez?
Acaso es posible esto?
La condición de pequeño está relacionada con la dimensión que nosotros mismos nos damos, al considerar lo que podríamos llamar la importancia personal.
Si somos pequeños, seremos capaces de aproximarnos a la humildad que proclamó Jesús!
La condición de niño está relacionada con nuestro nuevo nacimiento en Cristo y en la necesidad de mantener esa condición espiritual.
No de ser infantiles, sino ser niños en nuestro interior!
He pensado cómo en un curso de idiomas, se puede encontrar un motivo para reflexionar sobre el Hijo del Hombre y sus enseñanzas?
Tal vez esto sea lo que se nos reclama a propósito de obrar como Jesús, pensar como Jesús!
Siempre el Salvador como centro de nuestros pensamientos, de nuestras oraciones, de nuestros hechos sirviendo a los demás.
Sería muy importante reflexionar sobre esta cuestión de ser pequeños y de ser niños. Cuando lo hice tuve la maravillosa percepción de un acercamiento a Jesús.
Poderoso por lo sencillo!
Aunque pueda parecer una locura, que importante sería que verdaderamente fuéramos pequeños y niños. A la vez!
Mateo 18:14
Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.
Diego Acosta / Neide Ferreira