SUEÑOS

castle

Caminando por la playa observé cómo había muchos niños empeñados en hacer castillos de arena, algunos incluso ayudados por sus padres.

Cuando decidí regresar había pasado un cierto tiempo, el suficiente como para que las aguas comenzaran a subir según el ciclo imperturbable de las mareas.

La mayoría de las construcciones estaban desapareciendo según avanzaba el agua que poco a poco iba aumentando su nivel.

Me llamó la atención un niño que seguía jugando con su castillo. Que había sucedido? Simplemente que lo había levantado lejos del nivel hasta donde subían las mareas.

Mientras otras criaturas se habían quedado sin sus imaginarios castillos, aquel niño seguía con su juego, totalmente abstraído de lo que ocurría a su alrededor.

Luego de mirar durante unos minutos la escena, continué con mi retorno, pensando en lo que había presenciado en la caminata playera.

El niño con toda seguridad no había leído la Biblia, pero una prudencia natural lo hizo construir su pequeño castillo, lejos de donde pudiera ser destruido.

Así son algunos de los sueños de los adultos. Muchos dejamos que las fantasías gobiernen nuestras vidas y nos exponemos continuamente a que la realidad los destruya sin misericordia.

Sin embargo hay quienes tienen sueños que a pesar de tener un componente fantasioso, no se desligan del todo de su vida cotidiana.

Esas personas, se quedarían sorprendidas al ver que un niño había dado una lección de prudencia, que conmovió a un hombre mayor como yo.

Soñar es lícito, pero lo correcto es que cada sueño esté delante del Señor, para que Él decida si se concreta o no.

Joel 2:28-29

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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