AMAD A VUESTROS ENEMIGOS
El Hijo del Hombre nos enseña:
Amad, pues, a vuestros enemigos,
y haced bien, y prestad,
no esperando de ello nada;
y será vuestro galardón grande,
y seréis hijos del Altísimo;
porque él es benigno para con los ingratos y malos.
PAN DE VIDA