NO OS CONFORMÉIS
Pablo nos advirtió
de que no obremos según las
seducciones del mundo,
sino que cambiemos nuestra mente
con el impulso inspirador del Espíritu Santo!
Diego Acosta – MENSAJE
Pablo nos advirtió
de que no obremos según las
seducciones del mundo,
sino que cambiemos nuestra mente
con el impulso inspirador del Espíritu Santo!
Diego Acosta – MENSAJE
DEVOCIONAL
Una joven de 17 años fue asistida para poder cumplir con su propósito de morir!
Terrible, bajo todos los aspectos. Mucho más desde la perspectiva espiritual!
La joven había sido abusada de niña y luego violada por dos hombres a los 14 años. A los 17, como ella misma lo definió, ya no vivía, sino que sobrevivía, sin poder soportar tanta tragedia personal.
Desde lo humano, se puede llegar a comprender la decisión de utilizar la eutanasia, para poner fin a una existencia tan desdichada!
Pero y desde la visión de Dios?
En mi condición de ser su hijo, debo asumir mi responsabilidad en este tremendo episodio registrado en Holanda. Aunque pueda argumentar que estoy lejos de ese país y que obviamente nada podía hacer.
La disculpa no es válida, porque cabría preguntarme qué hago yo con mi prójimo? Me preocupo por él o lo único que busco es entrometerme en su vida?
El camino hacia la eutanasia está lleno de advertencias y señales. Y mi deber es estar atento, para ayudar a quienes piensan en caminar por él.
Solo al Eterno le compete nuestra vida!
Job 12:10
En su mano está el alma de todo viviente,
Y el hálito de todo el género humano.
Jó 12:10
Que está na sua mão a alma de tudo quanto vive,
e o espírito de toda carne humana?
Diego Acosta / Neide Ferreira
Blog del TIEMPO!
Los hombres siguen renovando su desafío con relación a la muerte provocada, que se denomina eutanasia.
En este caso ha sido un alumno de un Colegio inglés de arte, el que ha diseñado una montaña rusa, que tiene como único propósito provocar la muerte de quienes la utilicen.
El nefasto ingenio todavía no ha sido construido, a pesar de que fue diseñado hace siete años.
El tren que llevaría a sus 24 ocupantes hasta una altura de 510 metros, para descender luego en caída libre alcanzando una velocidad que se estima en alrededor de 350 kilómetros.
A lo largo del recorrido de 7.544 metros, los usuarios de esta montaña mortal, deberían afrontar siete loopins seguidos, con un círculo cada vez menor.
Esto sería lo que permitiría que el cerebro dejara de recibir la sangre que lo mantiene en funcionamiento y provocaría la muerte.
Semejante creación está al servicio de la muerte…y no de la vida. Por qué nos empeñamos en desafiar a Dios con estas propuestas que violan el principio fundamental de conservar nuestra existencia?
Diego Acosta