MUERTE A UN LÍDER
LA OTRA HISTORIA
Hace medio siglo un franco tirador utilizó un arma con el que quitó la vida a Martin Luther King.
El magnicidio se registró en la ciudad de Memphis, Estados Unidos, cuando el líder de los derechos de los negros y pastor bautista, saludaba a quienes lo visitaban desde los balcones de un sencillo hotel.
Han pasado 50 años de este hecho que conmovió y sigue conmoviendo la conciencia de un país, que todavía tiene una deuda pendiente con su pasado.
Recordamos una frase de su histórico discurso “Tengo un Sueño”: Ahora es tiempo de hacer que la justicia sea una realidad para todos los hijos de Dios.
Martin Luther King siempre tuvo presente en sus pensamientos y en sus mensajes las enseñanzas de Jesús y los mandatos de Amar al prójimo y al Reino y su Justicia.
Es relevante apreciar que esta firmeza en sus convicciones espirituales, fueron las que alentaron su lucha y también las que dejaron un sólido legado para las generaciones futuras.
Seguramente el pastor bautista tuvo sus aspectos humanos como todos nosotros, sus debilidades y sus errores, pero tuvo fe en sus creencias y la transmitió sin caer ni en la sensiblería ni en el oportunismo.
Martin Luther King, bien puede ser otro de los discípulos de Jesús, que tuvo la fe necesaria para caminar por el camino angosto.
Otro ejemplo para alentarnos y para perseverar!
Diego Acosta