NACER DE NUEVO
En su encuentro con Nicodemo, el Hijo del Hombre
le planteó al fariseo, la necesidad de nacer de nuevo,
que no significa volver al vientre de la madre, sino en Creer que ÉL es la Salvación.
Diego Acosta
En su encuentro con Nicodemo, el Hijo del Hombre
le planteó al fariseo, la necesidad de nacer de nuevo,
que no significa volver al vientre de la madre, sino en Creer que ÉL es la Salvación.
Diego Acosta
Jesús le responde a Nicodomo
sobre si era necesario nacer de nuevo.
El Hijo del Hombre le dice: No te maravilles
que para entrear al Reino de los Cielos
es necesario nacer de nuevo.
PAN DE VIDA
DEVOCIONAL
En su diálogo con Nicodemo, Jesús habló con relación a las cosas materiales y a las espirituales. Y nos dejó la idea de que quienes no entienden las cuestiones espirituales, de la carne son y pertenecen al mundo material y por tanto no pueden entrar en el Reino de Dios.
Y también habló del viento al que no vemos pero sí percibimos, sin saber de donde viene y ni a donde va, utilizando un ejemplo eficaz para quienes sabían griego, porque viento es similar a Espíritu en ese idioma.
Los que sí hemos nacido de nuevo, sabemos que a veces el Espíritu es como una suave brisa que mece las copas de los árboles y en otras, es como un viento recio que las agita y las hace estremecer provocando el ruido tan especial que se produce.
Cuando percibo que hay viento, me acuerdo de Jesús y del judío Nicodemo, porque muchas veces el Espíritu me ha hablado con un susurro casi inaudible y en otras, me ha estremecido con la fuerza de su intensidad.
Suave o recio, siempre me es bueno percibir la acción del Espíritu en mi vida!
Juan 3:8
El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido;
mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va;
así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Diego Acosta / Neide Ferreira