NOSTRADAMUS PROFETA…?

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Resulta sorprendente como perdura la imagen de haber anunciado hechos del futuro, de este boticario y aficionado a la astrólogía francés de ascendencia judía que no fue capaz de anunciar con precisión su propia muerte.

Según él debió morir en noviembre de 1567, pero falleció en julio de 1566. A partir de este dato de no menor importancia, todo lo que rodea al autor del libro Profecías que se publicó en 1555, está rodeado de polémicas.

Para quienes seguimos confiando en la Biblia y en las profecías de los hombres que Dios eligió para anunciarlas, resulta altamente confuso y contradictorio todo lo que rodea a Nostradamus.

Ni siquiera su nombre es el verdadero: Michel de Nôtre-Dame, es el que identifica a este hombre nacido en la Provenza en el sur este de Francia e hijo de una familia judía convertida al catolicismo.

Sus presuntos aciertos según los estudiosos, son más producto de la intención con la que se han leído y traducido sus cuartetas, que de la eficacia de sus predicciones.

No deja de ser llamativo que los hombres a lo largo de los tiempos siempre hemos buscado con excesivo interés saber sobre nuestro futuro. Tal vez eso ayude a comprender como todavía se sigue recurriendo a Nôtre-Dame o Nostradamus.

Olvidando siempre, que el Único que conoce lo por venir es el Dios Todopoderoso, Creador de todo y de todos.

Diego Acosta

NOSTRADAMUS…

Blog del TIEMPO

En los tiempos difíciles aparecen inevitablemente los falsos profetas, los hombres o mujeres que se arrogan el derecho de decir cualquier cosa especulando con la facilidad con la que olvidamos todo.

Lo grave es que el daño que causan es tremendo, porque siempre ha habido y habrá personas más propensas a creer todo, a emocionarse con todo, a preocuparse con todo.

Por estas razones en tiempos de incertidumbre mayúscula y justificada como el que vivimos, es necesario más que nunca de ser cautos en el análisis de todo lo que leemos, nos cuentan o vemos.

El catastrofismo es una ciencia perversa que altera las mentes y los corazones de las personas influenciables, por tanto es nuestro deber tratar de ser prudentes en todo lo que se pueda.

Los catastrofistas vuelven a utilizar a su emblema más eficaz que es el médico francés Michel de Notre Dame, más conocido como Nostradamus, que dejó para la reina Catalina de Medicis, profecías que le fueron abonadas generosamente.

Lo más curioso de esta historia, es que hay quienes confían en este hábil vendedor de historias que literalmente son incomprensibles y por tanto de dudosas interpretaciones. Mucho más cuando fueron escritas en la primera mitad del siglo XVI. Además de profecías escribió un libro llamado Tratado de la belleza y las confituras.

Esos mismos que confían en Nostradamus, se niegan a creer en las profecías cumplidas y por cumplir que se encuentran en la Biblia. Es tiempo de reflexionar y una vez más preguntarse si estamos con Dios o con los falsos profetas.

Diego Acosta

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