AMOR EJEMPLO

ANTIVIRUS

Las tremendas imágenes de una madre orca arrastrando a su hija muerta, provocan un impacto que supera lo meramente informativo.

Cómo un animal pudo arrastrar a su cría cientos de kilómetros?

Cómo pudo luchar contra la muerte durante 17 días?

En estos tiempos en los que vivimos todo es posible, pero casi todo lo que ocurre no tiene nada de edificante ni mucho menos que sea demostrativo de alguna forma de amor.

Aunque se trate de especies marinas como en este caso, no deja de ser conmovedor apreciar que todavía hay quién es capaz de luchar contra la muerte, para recuperar a su cría.

Si no fuera así, como se interpretaría lo que hizo esta orca en las frías aguas canadienses?

Puede que muchos califiquen de sensiblería y de las peores a este episodio, pero no deja de llamar la atención frente a tanta frivolidad, indiferencia, brutalidad, maldad o desesperanza.

Como hijos de Dios que nos proclamamos, podríamos decir que tenemos la obligación de reparar en estos gestos. Las especies inferiores de la Creación, pueden ser ejemplos para los que nos consideramos superiores.

Que nuestra vanidad, orgullo o ínfulas de grandeza, no nos impidan apreciar lo evidente.

Diego Acosta

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