DIOS DE VIDA
6 musulmanes libios afrontan la pena de muerte
por abandonar el Corán por el cristianismo.
Reflexionemos: Nuestro Dios
es un Dios de Vida y no de muerte,
nadie podría perder su existencia por su Nombre.
Diego Acosta – MENSAJE
6 musulmanes libios afrontan la pena de muerte
por abandonar el Corán por el cristianismo.
Reflexionemos: Nuestro Dios
es un Dios de Vida y no de muerte,
nadie podría perder su existencia por su Nombre.
Diego Acosta – MENSAJE
6 musulmanes libios afrontan la pena de muerte
por abandonar el Corán por el cristianismo.
Reflexionemos: Nuestro Dios
es un Dios de Vida y no de muerte,
nadie podría perder su existencia por su Nombre.
Diego Acosta – MENSAJE
Blog del TIEMPO!
Más de mil personas perdieron la vida en todo el mundo el año pasado, tras ser condenadas en sus países a la pena máxima.
A esta tétrica cantidad deben agregarse los casos de ejecuciones concretadas en China, donde no se informa oficialmente sobre estos hechos.
El estado asiático lidera a pesar de esta desinformación el listado de los países que siguen aplicando la pena de muerte, para castigar determinados delitos.
Se estima que en China se han ejecutado a por lo menos el doble de hombres y mujeres, que en el resto del mundo.
En Irán los ejecutados sumaron 567, en Arabia Saudita 154, en Irak 88, en Pakistán 87, en Egipto 44, en Estados Unidos 20, en Somalia 14, en Bangladesh 10, en Malasia 9, en Afganistán 6, en Bielorrusia, Singapur e Indonesia 4, en Japón, Nigeria y Palestina 3, en Sudán 2, en Taiwan y Bostwana 1.
En el caso de Palestina, los ejecutados fueron condenados por el delito de colaborar con el Estado de Israel, por lo que fueron considerados traidores.
Una vez más recordamos: Dios es quién da y quién quita la vida.
Diego Acosta
18 de Septiembre de 1981
La decisión la adoptó la Asamblea Nacional en una histórica votación.
Los fundamentos expresan que: La pena de muerte no es justicia, es fracaso de la justicia. La pena de muerte no es un instrumento útil para la lucha contra el crimen.
La pérdida de una vida humana que conlleva es irreparable y ningún sistema jurídico está libre de errores judiciales.
El recurso a la pena de muerte no es un simple instrumento de política penal, constituye una violación de los derechos humanos.
Diego Acosta