ARMENIA CRISTIANA
LA OTRA HISTORIA
El poderoso imperio persa conocido como imperio sasánida, en su época de mayor esplendor consiguieron batir a los rebeldes armenios, en la batalla de Avarayr o de Vartanantz.
El resultado fue históricamente significativo para los armenios, porque a pesar de la derrota consiguieron que los persas les concedieran la libertad religiosa, por lo que mantuvieron su fe cristiana.
La batalla que le dio la victoria a los personas se registró en mayo de 451 y constituyó uno de los grandes hitos del pueblo armenio.
En el momento de la derrota el Yazdegerd II, pronunció estas palabras al rey persa: Nada nos moverá de nuestra fe, ni hombres, ni espadas, ni aguas, ni cualquier otro tipo de violencia imaginable. Nuestros bienes y posesiones están a tu disposición, puedes usarlos como quieras. Desde que nos concedas la libertad de creencia, tú serás nuestro único señor de la tierra, así como Cristo es nuestro único Dios en el cielo. No exigimos más que eso, es nuestra decisión: nuestras vidas están en tus manos […], estamos inseparablemente unidos a nuestro Dios, y nada podrá romper esa unión, jamás en ningún tiempo.
El imperio persa, que estaba regido por la dinastía sasánida en esos tiempos estaba en pleno apogeo y su dominio se extendía a una vasta extensión de la tierra conocida.
Dominaban Irán, Irak, Armenia, Afganistán, partes de Turquía, Siria, Pakistán, Egipto, Jordania, Palestina, y su influencia llegó a Europa Occidental, China, India y partes de África.
Los persas eran seguidores de Zoroastro y Armenia está considerado el primer país cristiano del mundo, al adoptar la fe como religió oficial en el año 301. En su territorio se encuentra el monte Ararat donde se encuentran los restos del Arca de Noé.
Diego Acosta