EL SUICIDIO JUVENIL

EL SUICIDIO JUVENIL

 

BLOG del TIEMPO 

El aumento de los porcentajes de suicidio juvenil, debería constituir por sí solo a ser un severo llamado de atención de todos quienes formamos parte de la sociedad.

Sin embargo es dramático advertir un alto grado de indiferencia con relación al problema, muchas veces como resultado del acomodaticio: a mí no me va a tocar. Ni por ser protagonista ni por tener una estrecha relación de parentesco o amistosa.

La cuestión se torna en desesperada cuando la realidad nos golpea de cerca y entonces seguramente comprenderemos que el suicidio es una responsabilidad compartida por toda la sociedad.

Una responsabilidad que comienza en la familia y que continúa extendiéndose a todos los ámbitos, pues ignorar el suicidio juvenil es ignorar de manera cómplice, que algo muy grave nos está pasando.

La frivolidad que es el signo de nuestro tiempo nos aparta del verdadero dolor y no escuchamos las señales angustiosas que nos envían quienes están sufriendo al borde del suicidio. Es tiempo de reaccionar y de actuar. Dios nos reclamará el cuidado que tuvimos de nuestros jóvenes y también de los que no son jóvenes…

Diego Acosta

suicidio septimomilenio

SUICIDIOS

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Por asombroso que resulte, existe un día en el que se concentra toda la atención en el suicidio y más que eso sobre su prevención.

Y es bueno que así sea porque según el último informe sobre esta grave cuestión, emitido por la Organización Mundial de la Salud, proporciona datos  que deben ser un alerta para todos quienes nos preocupamos por el prójimo.

Se estima que alrededor de 800 mil personas se quitan la vida anualmente en el mundo y si esta cifra resulta impactante más lo es, la información relacionada con las edades de quienes toman una decisión irreversible.

Los investigadores afirman que el suicidio es una de las principales causas de las defunciones entre las personas que tienen entre 15 y 29 años. Esto revela que la edad de quienes se quitan la vida sigue descendiendo cada vez más.

La Organización Mundial de la Salud, explica que el suicidio es una solución para quienes viven en una sociedad que cada vez se torna más individualista, razón por la que se está perdiendo la cohesión social, que evidentemente alude a la solidaridad entre las personas.

Tenemos un problema y tenemos también una solución. El problema es el suicidio y la solución es preocuparnos por el prójimo y llevarlo hacia Jesús.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com