EL SUICIDIO JUVENIL
BLOG del TIEMPO
El aumento de los porcentajes de suicidio juvenil, debería constituir por sí solo a ser un severo llamado de atención de todos quienes formamos parte de la sociedad.
Sin embargo es dramático advertir un alto grado de indiferencia con relación al problema, muchas veces como resultado del acomodaticio: a mí no me va a tocar. Ni por ser protagonista ni por tener una estrecha relación de parentesco o amistosa.
La cuestión se torna en desesperada cuando la realidad nos golpea de cerca y entonces seguramente comprenderemos que el suicidio es una responsabilidad compartida por toda la sociedad.
Una responsabilidad que comienza en la familia y que continúa extendiéndose a todos los ámbitos, pues ignorar el suicidio juvenil es ignorar de manera cómplice, que algo muy grave nos está pasando.
La frivolidad que es el signo de nuestro tiempo nos aparta del verdadero dolor y no escuchamos las señales angustiosas que nos envían quienes están sufriendo al borde del suicidio. Es tiempo de reaccionar y de actuar. Dios nos reclamará el cuidado que tuvimos de nuestros jóvenes y también de los que no son jóvenes…
Diego Acosta


