TEMPLANZA
CONSIGNA: SER PRUDENTES Y ESCUDRIÑAR
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Los tiempos de graves dificultades son especialmente propicios para las reacciones inadecuadas, con relación a lo que debería ser una conducta centrada, equilibrada.
Pensaba esto tras leer a varias personas opinando sobre la plaga que nos azota y la desmesura de sus expresiones. Este es el tiempo en el que los que nos llamamos hijos de Dios debemos ser especialmente prudentes.
A nadie escapa que las circunstancias son graves, las presentes y las futuras. Sería una frivolidad pensar que una vez que se vaya produciendo el abandono de las normas que nos mantenían separados, todo volverá a la normalidad.
E incluso es necesario pensar en lo que algunos falsos profetas proclaman que a los creyentes nada nos pasará. Esta es otra forma de tremendismo, porque naturalmente que tendremos que lamentar pérdidas, muy dolorosas.
Por eso debemos de tener templanza, que comienza por la firme convicción de que el Eterno está en el control de todo y de todos. Y con esa serenidad de Espíritu, ser un bálsamo para quienes viven agitados, con miedo y casi sin esperanzas.
La templanza nos acerca al Amor de Jesús y a su cuidado por los más débiles.
Gálatas 5:22
ES – Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe,mansedumbre, templanza.
PT – Mas o fruto do Espírito é: amor, gozo, paz, longanimidade, benignidade, bondade, fé, mansidão, temperança.
Diego Acosta / Neide Ferreira