TERREMOTOS Y LECCIONES IGNORADAS

ANTIVIRUS

Tristemente podemos afirmar que no hay nada nuevo bajo el sol, como proclamó el sabio Eclesiastés. Las terribles consecuencias de los terremotos en Turquía y Siria, representan unas de las señales del fin de los tiempos que proclamó Jesús.

Pensando en esto, bien cabe agregar que en 1999 Turquía también sufrió las fuerzas de la naturaleza, pero aquello que debió ser una gran lección, no fue aprendida.

Es evidente que una de las causas mayores de la cantidad de muertos que llora el país, es la falta de construcciones antisísmicas, como debieron implementarse a partir de lo sucedido en el último año del siglo pasado.

La responsabilidad de los dirigentes turcos se amplifica cuando ahora se trata de diluir la falta de previsión, utilizando las consabidas apelaciones a la fatalidad.

Los muertos y su memoria, reclaman otros procederes de los poderes públicos. Por esta razón es que debemos perseverar en el mandato bíblico de orar por las autoridades

Diego Acosta