La alerta más que una información más parecía una acusación: en los países llamados ricos se tiran miles de toneladas de comida todos los años… y la cantidad va en aumento.
Podemos considerar que tirar comida tiene implicancias espirituales? O es simplemente un dato que la sociedad recibe como tantos otros, relacionados con sus comportamientos…antisociales?
Si fuera un simple dato estadístico, posiblemente lo olvidemos con esa rapidez que siempre nos aleja de las cosas que nos pueden perturbar o que no nos gustan.
Es un acto reflejo que nos permite guardar en un pliegue de nuestra memoria algo que en verdad nos afecta directamente, pero como está insertado dentro de lo colectivo, nos resulta fácil olvidarlo.
Pero qué ocurriría si tirar comida tuviera implicancias espirituales? Los mecanismos de nuestra memoria, aunque actuaran, quedarían supeditados al rigor de nuestra conciencia.
No nos resultaría tan fácil esconder nuestra complicidad y nuestra participación en el hecho de tirar miles de toneladas de comida, mientras mil millones de personas pasan hambre en el mundo.
El Señor Jesús dijo: Porque tuve hambre… porque tuve sed… Entonces podemos concluir que el tema de la comida ya no es un hecho material, sino profundamente espiritual y ante ello la diligencia de la desmemoria, se rendirá ante la evidencia.
Mateo 25:42
Diego Acosta García