Si miramos a nuestro alrededor comprenderemos porque cada vez es más difícil seguir a Jesús y sus enseñanzas y mandatos. Porque cada vez es más gravoso asumir un compromiso como Él demanda.
Estas reflexiones son válidas para cada uno de nosotros porque nadie puede sustraerse al impacto que producen en nuestro ánimo las continuas exhortaciones del mundo.
Principalmente las nuevas tecnologías nos atrapan y nos llevan a mundos fantasiosos tan irreales como sorprendentes, que nos hacen olvidar fácilmente la auténtica realidad.
Cuesta mucho trabajo entonces, abandonar ese nuevo mundo que se está creando y tener que aceptar la dura realidad que nos rodea y que debería afectarnos.
Es mucho más fácil e incluso más agradable sumergirse en un mundo que supuestamente controlamos, a un mundo que cada día está más descontrolado.
Pensando en esto podríamos imaginarnos al Maestro tratando de recordarnos que Él ya nos advirtió sobre todo esto y que habría quienes nos engañarían y que el amor de muchos enfriaría.
Es hora de afrontar el mundo real y dejar de lado el mundo atractivo, un mundo que creemos dominar pero que finalmente nos llegará a dominar si no somos capaces de reaccionar y volver a Jesús.
Proverbios 19:27-28
Diego Acosta García