Cuando leemos la Biblia tenemos ocasión de comprobar cómo los humanos que nos precedieron, también hicieron cosas asombrosas, por lo que bien podemos decir que no hay nada nuevo bajo el sol.
Hace unos días se informó que una mujer había puesto en venta su alma. El drama que se esconde detrás de esta decisión, nos mueve a reflexionar y sobre todo a tratar de comprender a esa persona.
Es evidente que ninguno de nosotros puede afirmar que no tomaría determinadas actitudes ante situaciones difíciles, como pueden ser las pruebas que debemos afrontar a lo largo de nuestra vida.
Aún, sabiendo que tenemos la promesa de nuestro Creador de que siempre estará a nuestro lado. Sí teniendo esta certeza debemos superar la zozobra que nos producen las situaciones, pensemos una situación diferente.
Pensemos en una persona que no tiene a Dios en su vida, que está afrontando una grave situación personal, con su cuerpo herido y pensando en sus alternativas de futuro.
En ese proceso fue cuando decidió vender su alma por dos mil euros… Al parecer una cantidad suficiente para ella, aunque no sabemos cómo entregaría su alma al comprador.
Situaciones como ésta deben mover a misericordia, a no levantar el dedo acusador y sobre todo a tener comprensión por las personas, orando para que reciban el Consuelo y el Amor verdadero.
1 Crónicas 16:34
Diego Acosta García