VÍNCULO

A todos nos llena de alegría y de seguridad, saber que cada día se renueva la Misericordia del Señor. Cada día, para siempre…

Esta certeza debe ser un estímulo para afrontar la dureza del mundo en que vivimos, aunque muchas veces la disfracemos con miradas complacientes.

Pensando en nuestra relación con Dios, debemos de tener presente que así como su Misericordia su renueva para cada día, también nosotros debemos renovar nuestro compromiso cada día.

Para explicarlo de otra forma, podríamos decir que nuestra relación con el Eterno debe ser como el matrimonio.

Es necesario renovarlo cada día, con sus momentos maravillosos y también con sus momentos difíciles, que muchas veces parecen comprometer su futuro.

Renovar el VÍNCULO forma parte de nuestra relación con nuestra esposa, con nuestro esposo. Del mismo modo debemos proceder con el Todopoderoso.

Si no lo hiciéramos estaríamos en la situación de que una de las partes brinda todo y la otra no aporta nada a la relación.

Dios nos concede su Misericordia y nosotros no hacemos nada, permanecemos impasibles ante su Amor e ignoramos cuánto le debemos por eso.

Si en el matrimonio una de las partes entrega todo y la otra se reserva su porción, diríamos que hay algo que está marchando mal, muy mal.

Del mismo modo debemos proceder con nuestra relación con Creador de todas las cosas. Renovar el VÍNCULO significa fortalecerlo, profundizarlo.

Hagamos de nuestro matrimonio un espejo de nuestra relación con Dios. Así lo preservaremos y así lo exaltaremos, por encima de todas las circunstancias y todos los problemas.

Salmo 101:6

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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