Si entendemos que nuestra vida está bajo la Voluntad del Supremo, nos será posible captar una realidad que muchas veces queda desdibujada por nuestros afanes, por nuevas necesidades y también por nuestros anhelos.
Esa realidad que nosotros mismos nos negamos no es otra cosa que el inexorable cumplimiento del Plan de Dios para cada uno de nosotros. Dios no improvisa como los hombres, Dios ejeccuta su Plan Eternal.
Estas reflexiones nos ayudarían a dejar de buscar algo que no sabemos muy bien que es y por lo tanto es inhallable. Buscamos algo que se parezca a nuestras ideas o a nuestros sueños, olvidando que es el Eterno quién dispone.
De tanto buscar vamos agotando el escaso caudal de nuestra fe, porque en la afanosa búsqueda de una iglesia perfecta, vamos dejando pequeños trozos de nuestra confianza y poco a poco lo mundano va ganando terreno en nuestras vidas.
Dejamos de ser hacedores de la fe para convertirnos en críticos de la fe, censurando a las iglesias, a las congregaciones, a sus líderes y también a sus mensajes. En esa búsqueda nos vamos vaciando internamente.
Olvidamos la ley física que dice que un vacío siempre es ocupado por algo, nos olvidamos que el vacío de Dios que provocamos con nuestras actitudes, será ocupado irremisiblemente por el mundo.
Por esta razón vivamos este día y hagamos lo que nos corresponde hacer este día. Sabiendo que cada día es la víspera del conocimiento que tendremos del Plan de Dios para nuestra vida. Solamente así daremos frutos verdaderos!
Lucas 12:26
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira