VOLEMOS JUNTOS

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

Cuando los gansos vuelan hacia el sur para el invierno, vuelan formando una «V». Tal vez te interese saber lo que la ciencia ha descubierto acerca del por qué vuelan en esa forma.
Se ha comprobado que cuando el pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en «V» la bandada completa aumenta por la menos un 71 por ciento más de su poder que si cada pájaro volara solo. Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad puede llegar a donde deseen más fácil y rápidamente porque van apoyándose mutuamente.
Cada vez que un ganso se sale de la formación siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente regresa a su formación para beneficiarse del poder del compañero que va adelante. Si nosotros entendiéramos la importancia de esto, nos mantendríamos con aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección.
Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar. Obtenemos mejores resultados si tomamos turnos haciendo los trabajos difíciles. Los gansos que van atrás graznan para alentar a los que van adelante y mantener la velocidad. Una palabra de aliento produce grandes beneficios.
Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan acompañándolo hasta que está nuevamente en condiciones de volar o hasta que muere, y sólo entonces los dos acompañantes vuelven a su bandada o se unen a otro grupo. Si nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso nos mantendríamos uno al lado del otro apoyándonos y acompañándonos. Siempre nos irá mejor que caminar solos.

Hebreos 10:24-26

24 Considerémonos los unos a los otros para estimularnos al amor y a las buenas obras. 25 No dejemos de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; más bien, exhortémonos, y con mayor razón cuando vemos que el día se acerca.

Pr. José Gilabert

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