En estos tiempos puede percibirse la sensación de que estamos sin rumbo, sin saber muy bien para donde ir y lo que es peor, sin saber si tenemos que cambiar.
Nos estamos arrastrando por permanentes contradicciones que afectan no solo a los jóvenes, sino también a las personas mayores, que vemos como lo que antes era válido, ahora pareciera que está fuera de lugar.
Que está pasando? Un interrogante que podría responderse con más preguntas porque es difícil comprender este momento espiritual que estamos atravesando.
Muchos podrán recordar que en otros tiempos la sociedad tenía referencias, había hombres y mujeres que en un determinado momento podían aportar un pensamiento que resultara como una especie de guía.
Hoy esas personas parecen no existir y probablemente no existan. Y entonces que le queda al mundo? Seguir viviendo porque no queda otra cosa que continuar la existencia?
O nos queda la gran alternativa? O nos queda el Camino que un día conocimos? Esto es lo que creemos, que en medio de la oscuridad brilla una Luz poderosa, única e incomparable.
Alcemos nuestra mirada por encima de todas las circunstancias, de los temores, de las dudas, de las crisis, de las situaciones cada vez más graves que vivimos.
Alcemos nuestra mirada a Jesús, recobremos nuestra relación con quién sostiene toda la Creación y hagamos un gran esfuerzo por concretar la Gran Comisión de llevar su mensaje de Salvación.
2 Samuel 23:4
Diego Acosta García