¿Y LOS DEMÁS?

Uno de estos días me sorprendí pensando en un determinado momento de mi vida, que me estaba preocupando y que era el motivo de una cierta desazón.

Cuanto más intentaba solucionar el problema, más me daba cuenta que la solución no estaba dentro de mis capacidades y por mucho que me afligiera era evidente que no encontraría la salida.

Fue en estos momentos cuando el Espírito hizo acto de presencia, a través de una pregunta sencilla y concreta: ¿Y los demás? En ese instante fue como si algo hubiera explotado en mi interior.ayuda3

Pensaba que era legítimo ocuparme de mi problema… pero la pregunta me cambió el sentido de mis pensamientos y comprendí lo torpe que había sido ocupándome tanto tiempo de mi situación.

Era evidente que contra más me centraba en la búsqueda de la solución, más me alejaba de ella, porque la dimensión humana de mis fuerzas era muy pequeña con relación a la magnitud del problema.

Fue entonces cuando recordé con alegría quién es el Soberano sobre todas las cosas y desde luego sobre mi propia vida, por lo que abandoné mi preocupación.

Comprendí en toda su extensión la profundidad de la pregunta: ¿Y los demás? …En el momento que dejamos de preocuparnos por nuestros asuntos, Dios los toma como propios y entonces podemos dar amor y misericordia a quienes nos rodean.

Isaías 41:10
Diego Acosta García

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