ZARZA

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Seguramente todos sabemos que Jehová habló a Moisés a través de una zarza en la que había fuego que no se consumía.

Esta visión impresionante nos debe advertir acerca de los modos en que el Eterno puede comunicarse con cada uno de nosotros.

Tal vez alguien pueda preguntarse: Como Dios me va a hablar a través de una zarza, si nunca he visto una y lo más probable es que tampoco la vea?

Es un planteamiento correcto?

No lo es.

La razón fundamental es que esperar que el Soberano nos hable a través de una zarza, es una forma de limitar su Omnipotencia.

Es también una forma de limitar su creatividad infinita. Aunque nosotros seamos capaces de repetirnos o incapaces de crear poca cosa, no podemos pensar que Dios tiene límites.

Si nos detenemos a pensar en estos argumentos, rápidamente advertiremos que son más comunes de lo que nos imaginamos.

Todos los días estamos limitando al Soberano, porque lo limitamos con nuestros propios límites, olvidando que ÉL es el Creador de todas las cosas. Incluso de nosotros mismos, como especie.

Cuando recuerdo todas las veces que he tenido pensamientos parecidos a estos, me abochorno de mi propia imaginación!

Es cierto que Dios no me ha hablado nunca a través de una zarza de fuego, pero sí es absolutamente cierto que ha tenido la Grandeza de dirigirse a mí, que soy pequeño.

Si esperamos que Él nos hable, no lo limitemos con las modestas estacas de nuestra mente. Si esperamos que Él nos responda, no caigamos en la necedad de la incapacidad creadora.

Dios siempre nos hablará a pesar de nuestras dudas!

Éxodo 3:4

Diego Acosta / Neide Ferreira

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