CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO

¿COMO VES?

lourdesCon los años he ido perdiendo vista, primero de cerca y después de lejos, así que ahora llevo unas gafas que son progresivas.
La pérdida de visión ha hecho que viera las cosas de forma diferente durante mucho tiempo, no las veía con claridad, eran borrosas incluso en ocasiones me causaba algún contratiempo pues no reconocía a las personas que llegaban a pensar que era que no las quería saludar. Desde que tengo mis gafas ha cambiado por completo mi vida, de hecho algunas veces llego a olvidar de quitármelas para dormir. Esto me ha hecho meditar en unos versículos de la palabra de Dios.
La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que hay en ti tiene tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? Mateo 6:22 y 23
Resulta que aún llevando gafas si las llevo sucias, no veo bien, llego a sentirme insegura, puedo caerme, confundirme, y hasta perderme, es como si no las tuviera.
Lo mismo nos ocurre a los hijos de Dios. Antes de Cristo veíamos las cosas de una manera, con Cristo cambia nuestra visión, pero si tenemos el ojo mal, si todavía conservamos tinieblas en nuestra vida, podemos seguir viendo borroso. Dice la palabra “si la luz que en ti hay son tiniebla ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?” Cuando andamos a oscuras llega un momento en que el ojo se habitúa y puedes ver a pesar de la oscuridad, y hasta parece que no está tan oscuro, que en las tinieblas hay luz, pero las mismas tinieblas no nos dejan ver cuán oscuro está, nos acostumbramos.
Si Jesús viene a nuestra vida y empezamos a ver bien, no dejemos que nuestro ojo se manche, evitemos la visión borrosa, y sobre todo dejemos que la Luz de Cristo alumbre toda nuestra vida. Si nos damos cuenta que vemos mal no empecemos a pensar que todo a nuestro alrededor está mal; si tenemos la Luz de Cristo veremos con sus ojos y Él todo lo ve, bueno, agradable, precioso.

Señor limpia mis ojos con colirio santo para que vea lo que tú ves y no lo que el enemigo se empeña que vea, quiero mirar con tus ojos.

Lourdes Diaz

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